Basada en las memorias de Piper Kerman, Orange is the New Black nos cuenta la historia de una reclusa en una prisión federal para mujeres.
Piper Chapman es una chica "corriente" con una vida estable que ingresa de forma voluntaria en prisión por un delito relacionado con el narcotráfico en sus años locos. Lo que en un principio visualizaba como una experiencia purificadora poco a poco irá calando hasta hacerle ver las cosas desde una perspectiva inesperada.
Afincada en el drama pero con (grandes) tintes de comedia, Orange se abre paso poco a poco gracias a la naturalidad de sus protagonistas, a una capacidad por contar las vidas de las reclusas de forma dinámica, entretenida y con la profundidad justa.
Es en estos protagonistas donde la serie sin duda ofrece sus grandes bazas, llevando la batuta Taylor Schilling pero con un ejército de "secundarios" en un altísimo nivel, sobre todo los papeles interpretados por una imponente Laura Prepon, en el rol de antigua novia de Chapman o de Taryng Manning como Pennsatucky, una inestable yonki predicadora.
En esencia, es de esa clase de productos en el que se deconstruye la personalidad del protagonista, como ya pasara en series tipo Breaking Bad, donde el espectador asiste a esa transformación paulatina y que juega con lo que realmente es correcto y lo que no, con seguir el instinto, con esas dudas existenciales sobre la vida por estar tan esquematizada dentro de una sociedad que puede llegar a ser muy hipócrita mientras se va cayendo en un mar de dudas ante los distintos dilemas. Sin olvidar cierta crítica social introducida de forma sutil.
No hay que olvidar tampoco su parte cómica, que la tiene y se muestra natural, desenfadada, continua y que incluso saca la parte más ácida del asunto para hacernos reír a pesar del dramón que pueda estar sucediendo.
Como punto negativo, podríamos decir que en ocasiones la prisión parece más un patio de colegio, dejando cierta sensación de que "el sitio no está tan mal" con lo que pierde cierto componente de tensión o de peligro.
Pero los giros, la fantástica utilización del espacio y sobre todo la profundidad de los personajes hace que nos olvidemos rápidamente de este detalle para centrarnos en lo que realmente importa, y es en la continua evolución de los mismos.
Hasta la fecha, la serie cuenta con 2 temporadas de 13 episodios cada una, con una tercera anunciada para 2015. Se la espera con ganas.
Un saludo.
29 de septiembre de 2014
22 de septiembre de 2014
Anarchy: La noche de las bestias
Segunda entrega de la Purga, la interesante propuesta que James DeMonaco presentó el año pasado y en el que nos situaba en un futuro distópico en el que una vez al año durante 12 horas se permite cualquier tipo de crimen.
La cinta presentaba como digo una idea un tanto original o como mínimo flirteaba con ese "todo vale" ochentero tan entretenido, se prestaba a ser muy bruta, a cierta crítica social y a convertirse en un "sano" entretenimiento cinematográfico en definitiva.
Pero a pesar de las buenas intenciones, creo que en esta segunda parte al director se le ha ido de las manos y ha dado un paso atrás (o varios) en cuanto al universo concebido.
La primera introducía correctamente la trama, la desarrollaba de forma algo torpe y caía en más de lo mismo con un final que arreglaba un poco el asunto.
En su segunda parte se esperaban correcciones y mejoras, pero en lugar de esto se ha limitado a trasladar el escenario a las calles de la ciudad para ganar amplitud, cosa que podía haber ido bien, pero no ha mejorado en absoluto la idea original y para postres ha construido los personajes más hostiables que se recuerdan en mucho tiempo, por no hablar de situaciones que rozan (y pasan) la vergüenza ajena.
Tópicos a mansalva, la historia de venganza una y mil veces vista, casi nula tensión y unos personajes que resultan insulsos y peligrosamente repelentes (la niña es insufrible), hacen que se haga muy cuesta arriba enfatizar o como mínimo esperar algún tipo de sorpresa por parte del maldito grupo.
Sin olvidar elementos que casi podrían ir directamente a productos de Serie B, como el comando Carmelo, algo que no sabía uno si tomarme a cachondeo o qué, el director parecía ir en serio.
Y mientras pasaban los minutos todo se volvía más previsible hasta que caes en la cuenta de que esta historia ya no tiene ni pies ni cabeza, y lo peor de todo es que como digo parece tomarse en serio todo el percal, con lo que el mosqueo es aun superior si cabe al pensar que el escenario se prestaba para algo mucho más brutal, para unos personajes mejor perfilados y/o divertidos y en definitiva para que al director hubiera arriesgado un poco más en su propuesta para por lo menos darle el cierre a esta historia de forma digna y elegante, dentro del contexto.
El problema es que puede que hasta rueden la tercera.
Un saludo.
La cinta presentaba como digo una idea un tanto original o como mínimo flirteaba con ese "todo vale" ochentero tan entretenido, se prestaba a ser muy bruta, a cierta crítica social y a convertirse en un "sano" entretenimiento cinematográfico en definitiva.
Pero a pesar de las buenas intenciones, creo que en esta segunda parte al director se le ha ido de las manos y ha dado un paso atrás (o varios) en cuanto al universo concebido.
La primera introducía correctamente la trama, la desarrollaba de forma algo torpe y caía en más de lo mismo con un final que arreglaba un poco el asunto.
En su segunda parte se esperaban correcciones y mejoras, pero en lugar de esto se ha limitado a trasladar el escenario a las calles de la ciudad para ganar amplitud, cosa que podía haber ido bien, pero no ha mejorado en absoluto la idea original y para postres ha construido los personajes más hostiables que se recuerdan en mucho tiempo, por no hablar de situaciones que rozan (y pasan) la vergüenza ajena.
Tópicos a mansalva, la historia de venganza una y mil veces vista, casi nula tensión y unos personajes que resultan insulsos y peligrosamente repelentes (la niña es insufrible), hacen que se haga muy cuesta arriba enfatizar o como mínimo esperar algún tipo de sorpresa por parte del maldito grupo.
Sin olvidar elementos que casi podrían ir directamente a productos de Serie B, como el comando Carmelo, algo que no sabía uno si tomarme a cachondeo o qué, el director parecía ir en serio.
Y mientras pasaban los minutos todo se volvía más previsible hasta que caes en la cuenta de que esta historia ya no tiene ni pies ni cabeza, y lo peor de todo es que como digo parece tomarse en serio todo el percal, con lo que el mosqueo es aun superior si cabe al pensar que el escenario se prestaba para algo mucho más brutal, para unos personajes mejor perfilados y/o divertidos y en definitiva para que al director hubiera arriesgado un poco más en su propuesta para por lo menos darle el cierre a esta historia de forma digna y elegante, dentro del contexto.
El problema es que puede que hasta rueden la tercera.
Un saludo.
15 de septiembre de 2014
Cómo entrenar a tu Dragón
Reconozco que cualquier película de animación con la coletilla 3D me provoca una natural reacción de indiferencia, ya sea de Dreamworks, Pixar o el estudio Ghibli (por fortuna no entran), a pesar de ser el género que probablemente mejor partido le saque a esta tecnología.
Sencillamente a mi me da bastante igual eso de ir viendo trozos que se te acercan por la pantalla, slowmotion a porrillo y el típico túnel de velocidad.
Con How to Train Your Dragon hizo que me olvidara bastante rápido del producto y no ha sido hasta el estreno de su segunda parte que me he decidido a darle un visionado, unido a las buenas referencias sobre la saga que he ido leyendo.
La historia se centra en un chaval llamado Hiccup que vive en una isla vikinga que sufre constantes ataques por parte de dragones. Sus gentes están acostumbradas a enfrentarse incansablemente contra las bestias, pero aquí el amigo es el típico tirillas que quiere demostrarle a su padre que es capaz de matar a alguno de ellos.
Si bien la historia a priori no parece ser un alarde de originalidad, se las apaña para que nada más comenzar advirtamos cierta sensación especial, empezando por una narración fantástica, con una fluidez y progresión sólida y amena de la historia, pasando por una construcción cojonuda de los personajes, una curva progresiva de amistad entre los dos verdaderos protagonistas que no se veía desde la entrañable E.T. y que más de una cinta con actores de carne y hueso ya querrían.
Una factura técnica sencillamente sublime, con unos paisajes de una belleza cuidada y mimada al extremo, una aventura limpia y entretenida y un final como debe ser, con acción, ritmo, emotividad y encima con un par de detalles y giros que dejan no un buen sabor de boca, sino la sensación de haber vivido una montaña rusa de emociones y toda una bofetada hacia productos más conservadores.
Toda una oda a la amistad, a la tolerancia, a la superación personal, al amor por la naturaleza y al entender sus reglas, a ese paso que damos todos llegados a cierto punto de la vida tras una serie de acontecimientos y que nos define.
Sencillamente es una obra maestra de la animación que bajo mi punto de vista debería ser de obligado visionado tanto por jóvenes como por adultos, en una muy entretenida aventura a la altura de las grandes leyendas del cine.
Un saludo.
Sencillamente a mi me da bastante igual eso de ir viendo trozos que se te acercan por la pantalla, slowmotion a porrillo y el típico túnel de velocidad.
Con How to Train Your Dragon hizo que me olvidara bastante rápido del producto y no ha sido hasta el estreno de su segunda parte que me he decidido a darle un visionado, unido a las buenas referencias sobre la saga que he ido leyendo.
La historia se centra en un chaval llamado Hiccup que vive en una isla vikinga que sufre constantes ataques por parte de dragones. Sus gentes están acostumbradas a enfrentarse incansablemente contra las bestias, pero aquí el amigo es el típico tirillas que quiere demostrarle a su padre que es capaz de matar a alguno de ellos.
Si bien la historia a priori no parece ser un alarde de originalidad, se las apaña para que nada más comenzar advirtamos cierta sensación especial, empezando por una narración fantástica, con una fluidez y progresión sólida y amena de la historia, pasando por una construcción cojonuda de los personajes, una curva progresiva de amistad entre los dos verdaderos protagonistas que no se veía desde la entrañable E.T. y que más de una cinta con actores de carne y hueso ya querrían.
Una factura técnica sencillamente sublime, con unos paisajes de una belleza cuidada y mimada al extremo, una aventura limpia y entretenida y un final como debe ser, con acción, ritmo, emotividad y encima con un par de detalles y giros que dejan no un buen sabor de boca, sino la sensación de haber vivido una montaña rusa de emociones y toda una bofetada hacia productos más conservadores.
Toda una oda a la amistad, a la tolerancia, a la superación personal, al amor por la naturaleza y al entender sus reglas, a ese paso que damos todos llegados a cierto punto de la vida tras una serie de acontecimientos y que nos define.
Sencillamente es una obra maestra de la animación que bajo mi punto de vista debería ser de obligado visionado tanto por jóvenes como por adultos, en una muy entretenida aventura a la altura de las grandes leyendas del cine.
Un saludo.
8 de septiembre de 2014
La vida de Adèle
Basada en la novela gráfica Le bleu est une couleur chaude de Julie Maroh, La vida de Adèle nos cuenta como una adolescente se enamora de una chica de su mismo sexo a partir de un encuentro fugaz y descubre su verdadero yo.
Abdellatif Kechiche presenta una historia tremendamente humana, visualmente muy poderosa gracias a unas actuaciones de mucha calidad y a unos primerísimos planos que consiguen transmitir emociones muy intensas, sin artificios y dejando que la historia fluya de la forma más natural posible.
Las actuaciones de las dos protagonistas están fuera de toda duda, todo funciona entre otras cosas por la meticulosidad del director, que al parecer les hacía repetir las escenas hasta la extenuación, y no son escenas precisamente cortas.
Dónde me falla Adèle? Primero hay que advertir que no es una cinta digerible por todo tipo de públicos. Es de esas historias lentas, que dejan reposar entre acto y acto lo sucedido previamente, que se toma su tiempo en mantener estática la cámara para transmitir sensaciones, lógicamente no todo el público busca precisamente esto en tres horas de ocio.
Dicho esto, y una vez leído algunos artículos sobre la autora del cómic original, comparto puntos de vista de ambos lados, ni creo que es una obra maestra, ni que la cinta es horrible.
Durante sus tres horas engancha, la transición que "sufre" Adèle está muy bien llevada, las actuaciones de las protagonistas son fantásticas en muchos momentos y ciertamente se ha conseguido que la historia sea muy humana, muy natural, y retratar ese conflicto emocional es de por si un logro.
Me falla un poco en la redundancia de algunas escenas donde está claro desde el segundo minuto lo que quiere expresar el director, me falla en que pasa muy por encima algunos elementos interesantes para centrarse en otros de mayor impacto visual o que me resultan insulsos.
Por citar la famosa escena de sexo de no sé cuantos minutos de duración, en mi opinión no es que me moleste, es que corres el riesgo de que se hable más de esa escena que del resto, cuando lo realmente importante es lo que hay detrás. O repetidas escenas del trabajo de la protagonista, o repetidas escenas de fiestas donde ya entendemos que se encuentra descolocada...
La mismísima autora de la obra original está disconforme con el resultado precisamente por estos motivos, y estoy bastante de acuerdo, aunque para nada me parece que es una mala película como se la ha llegado a tachar desde sectores algo más radicales.
Un saludo.
Abdellatif Kechiche presenta una historia tremendamente humana, visualmente muy poderosa gracias a unas actuaciones de mucha calidad y a unos primerísimos planos que consiguen transmitir emociones muy intensas, sin artificios y dejando que la historia fluya de la forma más natural posible.
Las actuaciones de las dos protagonistas están fuera de toda duda, todo funciona entre otras cosas por la meticulosidad del director, que al parecer les hacía repetir las escenas hasta la extenuación, y no son escenas precisamente cortas.
Dónde me falla Adèle? Primero hay que advertir que no es una cinta digerible por todo tipo de públicos. Es de esas historias lentas, que dejan reposar entre acto y acto lo sucedido previamente, que se toma su tiempo en mantener estática la cámara para transmitir sensaciones, lógicamente no todo el público busca precisamente esto en tres horas de ocio.
Dicho esto, y una vez leído algunos artículos sobre la autora del cómic original, comparto puntos de vista de ambos lados, ni creo que es una obra maestra, ni que la cinta es horrible.
Durante sus tres horas engancha, la transición que "sufre" Adèle está muy bien llevada, las actuaciones de las protagonistas son fantásticas en muchos momentos y ciertamente se ha conseguido que la historia sea muy humana, muy natural, y retratar ese conflicto emocional es de por si un logro.
Me falla un poco en la redundancia de algunas escenas donde está claro desde el segundo minuto lo que quiere expresar el director, me falla en que pasa muy por encima algunos elementos interesantes para centrarse en otros de mayor impacto visual o que me resultan insulsos.
Por citar la famosa escena de sexo de no sé cuantos minutos de duración, en mi opinión no es que me moleste, es que corres el riesgo de que se hable más de esa escena que del resto, cuando lo realmente importante es lo que hay detrás. O repetidas escenas del trabajo de la protagonista, o repetidas escenas de fiestas donde ya entendemos que se encuentra descolocada...
La mismísima autora de la obra original está disconforme con el resultado precisamente por estos motivos, y estoy bastante de acuerdo, aunque para nada me parece que es una mala película como se la ha llegado a tachar desde sectores algo más radicales.
Un saludo.
5 de septiembre de 2014
Cry Little Sister
Modelo: Danu Sonja - Fotografía: Fran Martínez - Vestuario: El Costurero Real - Maquillaje/Peluquería: Sux Make Ups!
1 de septiembre de 2014
En la casa
Fantástico drama psicológico que se marca el director francés François Ozon, en el que nos cuenta como un profesor de literatura, hastiado por el negro futuro que ve reflejado por la actitud de sus jóvenes alumnos, se topa con un chaval con cierto potencial.
Basada en la obra de teatro El chico de la última fila del dramaturgo Juan Mayorga, Ozon construye una obra que absorbe desde los pocos minutos a todo tipo de espectador, y es que mientras algunos encontrarán en el drama una historia con chicha y misterio otros encontrarán una simbiosis cojonuda entre el mundo literario y cinematográfico, en el que todo fluye formando una historia orgánica que poco a poco se irá perfilando hasta llegar a dejar al espectador en un mar de dudas ante tal nivel de posibilidades, pero sin perder el norte en ningún momento y con un muy buen ritmo.
Además de esta construcción como eje central, no olvida en ningún momento ni las historias paralelas ni ciertos problemas sociales, con lo que enriquece aun más el conjunto sin dejar cabos sueltos ni descuidar los detalles, todo un logro ante el peligro de querer abarcar mucho y quedarse en nada, no es el caso en mi opinión.
Esto es gracias en parte al grandísimo trabajo de Ernst Umhauer como Claude, el chaval resulta enigmático, consigue transmitir esas dudas que merodean en la mente del espectador, que van desde la admiración a la incredulidad pasando por cierto miedo por el posible devenir de los acontecimientos.
Una estructura "simple" pero sólida, unos toques de humor bien llevados, la duración exacta y unos personajes que lo bordan en esta interesantísima propuesta que además se critica a sí misma cuando cae en pasajes más predecibles.
Muy recomendable.
Un saludo.
Basada en la obra de teatro El chico de la última fila del dramaturgo Juan Mayorga, Ozon construye una obra que absorbe desde los pocos minutos a todo tipo de espectador, y es que mientras algunos encontrarán en el drama una historia con chicha y misterio otros encontrarán una simbiosis cojonuda entre el mundo literario y cinematográfico, en el que todo fluye formando una historia orgánica que poco a poco se irá perfilando hasta llegar a dejar al espectador en un mar de dudas ante tal nivel de posibilidades, pero sin perder el norte en ningún momento y con un muy buen ritmo.
Además de esta construcción como eje central, no olvida en ningún momento ni las historias paralelas ni ciertos problemas sociales, con lo que enriquece aun más el conjunto sin dejar cabos sueltos ni descuidar los detalles, todo un logro ante el peligro de querer abarcar mucho y quedarse en nada, no es el caso en mi opinión.
Esto es gracias en parte al grandísimo trabajo de Ernst Umhauer como Claude, el chaval resulta enigmático, consigue transmitir esas dudas que merodean en la mente del espectador, que van desde la admiración a la incredulidad pasando por cierto miedo por el posible devenir de los acontecimientos.
Una estructura "simple" pero sólida, unos toques de humor bien llevados, la duración exacta y unos personajes que lo bordan en esta interesantísima propuesta que además se critica a sí misma cuando cae en pasajes más predecibles.
Muy recomendable.
Un saludo.
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