Sin duda, este es uno de esos títulos cuyos espectadores odiarán o amarán, apenas existiendo un término medio, entre otras cosas por su desenlace, uno de esos que o bien se tacha de genialidad y empieza a generar pajas mentales nada más acabar o bien genera una nerviosa necesidad de abandonar la sala, mirar para cualquier lado y que nadie te pregunte, porque es muy posible que pagues con esa persona una mala semana laboral, familiar o lo que tercie.
Con un inicio algo onírico, unas imagenes perturbadoras y un desarrollo entre el drama y el thriller, Enemy es una propuesta interesante y arriesgada, un puzzle lleno de detalles que jugará con el espectador con elementos de cierto suspense e incluso dejando entrever cierta dualidad entre realidad y fantasía, entre el yin y el yang, entre tu yo y tu némesis.
Es un viaje que utiliza una historia aparentemente increíble dentro de una plausible realidad en la que se hace necesario un cuidado análisis y una reorganización de elementos para poder justificar la calidad de la obra más allá de aspectos técnicos. Y precisamente este detalle es lo que hace que no sea un título para todos los públicos, es algo que puedes llegar a disfrutar por su calidad técnica como digo, con una fotografía muy cuidada, con elementos de dualidad muy bien dosificados entre sus fotogramas, con un Gyllenhaal que realiza de nuevo un muy buen trabajo y con un ritmo que invita a saber qué diablos pasa, pero lamentablemente es fácil también de tachar como pantomima o como ejercicio burdo de psicología barata.
Pero si conectamos, si nos provoca curiosidad esa idea que queda una vez finalizada, la reorganización de los detalles y el debate que genera puede llegar a ser muy gratificante y acabar por calificarla como lo que, bajo mi punto de vista es, una magnífica propuesta.
Pros: Es un puzzle que gana cada vez que reparas más en sus detalles. Es de esas cintas que invitan a un revisionado para encontrar más y más pistas.
Contras: De igual forma que podemos entrar en su juego, podemos también no entenderlo o gustarnos.
Un saludo.