Definitivamente estamos ante una obra que no deja indiferente, Anderson nos introduce ya de buenas a primeras en un mundo a caballo entre el dibujo animado, lo vintage y la fantasía de esos cuentos añejos, o no tanto, con un poderío visual y sonoro muy llamativo acompañado de unos personajes muy bien definidos.
El camino emprendido por sus
Sam y Suzy sin duda son el centro de atención, con una química excelente y una sinceridad narrativa que deja cierto calado, gracias a momentos surrealistas, tristes y emocionantes y que además en ningún momento pierden ritmo. El resto de personajes consiguen acoplarse para formar un cuento más real de lo que parece, no hay que olvidar que los acompañan Murray, Willis, McDormand, Keitel y Norton entre otros.
Sin duda el peligro real de esta cinta es que no se conecte con su planteamiento, que pensemos que estamos viendo otro drama cualquiera y que las escenas cómicas sean tomadas demasiado a la ligera. Esto puede espantar a muchos espectadores en mi opinión, lamentablemente. Si se consigue conectar con una bonita historia con sus puntos incluso de cierta mala leche, se puede disfrutar de una de las cintas más interesantes del panorama actual.
Muy recomendable.
Un saludo!
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