8 de octubre de 2012

Doomsday Book

El cine coreano no es que esté en primera linea mundial en cuanto a renombre o público, pero no se puede negar que en su búsqueda por no resultar indiferente no estén ofreciendo productos cuanto menos curiosos.

Kim Ji-Woon ya me maravilló con su El bueno, el feo y el raro precisamente en Sitges. Aquella me llamó la atención por ser una nueva visión de una de mis pelis preferidas y resultó no sólo ser un remake del Rubio y compañía, sino que ofrecía nuevos aspectos y detalles que la convertían en un producto con vida propia y, por qué no decirlo, con una factura muy conseguida. Diversión pura y que me ayudó a comprender un poco más por donde van los tiros en la mente coreana en cuanto a su visión del cine más comercial, es que son muy cachondos estos coreanos!

Este año me he encontrado con la fantástica propuesta de Filmin de estrenar algunos títulos por la web a precios bastante potentes. Hablamos de 7 estrenos a 3 euros el título o un bono de unos 22 euros que ofrecen la posibilidad de verlos todos y una selección de ciento y pico pelis de otros años. Una propuesta en mi opinión muy interesante y que debería extenderse a otro tipo de eventos para poder llegar a un público que, ya sea por el abusivo peaje del que sufrimos, por comodidad o bien por la imposibilidad de llegar por temas geográficos no puede disfrutar de algunas obras. Aunque no sean los "grandes" estrenos, pero es un buen comienzo.

Uno de estos títulos resultó ser del bueno de Kim, y contaba en tono cifi tres historias sobre la destrucción del mundo que conocemos, o al menos dos de ellas.

En conjunción con otro director coreano de renombre, Yim Pil-Sung, cuya Hansel y Gretel parece haber gustado a crítica y público, se nos presentan primero una historia sobre lo que vendría a ser un apocalipsis zombi al uso pero realizando un recorrido cojonudo en sus minutos iniciales donde vemos el proceso de reciclaje de los deshechos de la población y como estos vuelven a la cadena alimentaria de la misma, provocando el desastre.


Vistosa, divertida y con buena factura. No es que sea una revolución ni creo pretenda serlo, pero está bien rodada, deja aspectos interesantes, homenajea incluso al cine zombi de Romero en más de una ocasión y cierto paralelismo divino por así decirlo termina por redondear un buen producto.

La historia central es quizás la más soberbia, seria y profunda de las tres. Aquí tenemos una sociedad futurista en la que los robots son siervos y están totalmente integrados en labores de ayuda, pero un modelo en concreto destinado a un templo budista parece ser que da indicios de ser la reencarnación del mismísimo Buda.
Qué podemos esperar? Frases que llevan a la reflexión, un debate ético sobre la relación humano-robot y la incapacidad, a pesar de su aparente evolución, de un ser humano que aun teniendo ante sus ojos algo de lo que podría aprender, sigue negándose a aceptarlo ya sea por miedo o por no estar preparado para ello.


En mi opinión es sin duda la propuesta con más potencial y con un tema que perfectamente podría dar para un largo bien desarrollado, pero ante la asfixia que provoca su determinada duración, tiene que ir por faena, con lo que tenemos la sensación de cierta prisa que no va en consonancia con la paz que intenta retratar.
A pesar de todo, visualmente es cojonuda y, si obviamos cierta parte con una vecina histriónica con un mensaje demasiado inocente en comparación con el material general que trata, tenemos probablemente la mejor de las tres historias.
Curiosamente esta segunda no retrata la fin del mundo como en las otras, o como mínimo no un fin terrenal.

Su tercera parte es la más delirante de todas, básicamente trata sobre un meteorito que amenaza con acabar con todo rastro de vida sobre la faz de la tierra.
Delirante porque el motivo de este impacto es tremendo, una ida de olla descomunal que tan sólo deja espacio para reirse un rato con las escenas de los presentadores de televisión y para poco más. Es la menos visual y profunda aunque no por ello deja de introducir sutilmente ciertos aspectos de crítica social.


A la hora de ver este tipo de cine hay que reparar en ciertos aspectos, hay que tener en cuenta que es una sociedad bien distinta a la nuestra, que sus reacciones no son como las nuestras así como nosotros en Europa no vamos con el "qué ocurre amigo?" o el "déjame que te diga una cosa hijo". Allí expresan sus emociones como si tuvieran que arrancar una moto Montesa, para acto seguido parecer sentir culpa o vergüenza por hacerlo. Sus emociones van por otros derroteros amén de que su sociedad tiene otras preocupaciones, aunque no olvidan el mirar de reojo a occidente para verter cierta crítica también, porque en el fondo, son muy cachondos.

Esto no quita que la obra pueda ser una soberana basura y, por supuesto, a la persona que más o menos le de lo mismo descubrir nuevas (o distintas) formas de cine pues probablemente no sea la obra más recomendada. De hecho, estas tres historias en mi opinión distan de ser tan tan redondas como lo fueron hace poco las de Black Mirror, pero a su manera ofrecen también interesantes puntos de vista desde un país que sin duda cada vez llama con más fuerza en el panorama internacional.

Un saludo!

3 comentarios:

  1. Fran de verdad que muchos criticos de cine deberían leerte... Petons!!!

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