7 de marzo de 2011

Tron

Corría el año 1982 cuando un director novato llamado Steven Lisberger (del que jamás se supo salvo en una peli "La furia del Viento" en la que salía...Mark Hamill! y hasta la nueva Tron, como productor) se atrevió a trasladar a la pantalla una historia que se adentraba en ese complejo mundo de las "computadoras" que con tanto fervor comenzaba a surgir entre las clases.


Tron narraba la historia de un joven programador llamado Kevin Flynn (El Nota) que había sido timado por un jefazo de la megacorporación en la que trabajaba siendo apartado de los créditos que merecía por desarrollar gran parte del software.
Como quien no quiere la cosa, se introducirá en el mismísimo programa mediante una "máquina imposible" para recuperar el control de su creación.

Los primeros minutos de Tron probablemente fueron los que apartaron rápidamente a gran parte del público que asistió por entonces a su estreno, y es que en estos minutos nos bombardean con terminología no muy compleja del mundo de la programación o la informática, pero que para el pagano en el área puede resultar un galimatías...no te digo ya en 1982...para potar.


El caso es que una vez superado el "parto" inicial nos encontramos con una aventurilla al uso, con efectos generados por ordenador bastante arcaicos y con un desarrollo algo confuso en ocasiones. A pesar de todo, el regustillo que deja al finalizar no es malo del todo.

Pero dejando a un lado la película (y entonces?), donde Tron ha triunfado ha sido en la leyenda fraguada a partir de su creación.

Se puede acudir a la wikipedia para una información más detallada, pero el pensar en que fue la primera cinta que utilizó efectos especiales generados íntegramente por ordenador (menos de los que parece a simple vista, al parecer se utilizaron técnicas muy clásicas de este campo, como trucos de efectos visuales..), que las escenas "inside" del mundo de Tron fueron rodadas en blanco y negro y más tarde coloreadas utilizando técnicas fotográficas (algo que no se ha vuelto a hacer jamás) y que los diseños corrían de la mano de Syd Mead (Aliens) o Jean Giraud (Moebius) pues....qué se puede decir? Sólo por el mimo y el laborioso trabajo que lleva detrás creo que es de recibo aparcar calificaciones en cuanto a lo absurdo de algunas situaciones y valorar directamente lo que se gestó por entonces como idea y como proyecto de valentía inusual para la época.

Pero repito, la cinta probablemente no sea un portento de calidad en cuanto a guión, interpretación o cinta "seria". Tampoco creo que pretenda esto último, simplemente es una manera de acercar al público un mundo digital fascinante de la mente de un simple programador.

Llegados a nuestros días, la cinta se ha convertido en culto, esas pelis que dejando a un lado calidad (o no), están en un estatus en las que nadie osa meterse demasiado, simplemente se mencionan para sacarlas a relucir por lo que aportaron al séptimo arte (y a la sociedad, en ocasiones).

Y es aquí donde en 2010 se volvió a intentar acercar Tron a un público actual, "algo" más acostumbrado a los ordenadores y a que tipos esquiven balas a cámara lenta mientras hacen giros super-chulis de la muerte embutidos en trajes de licra de dieta Kellog's.


Supongo que le decidieron llamar Tron Legacy, primero por que es cierto que es el legado de su primera parte y, segundo, para alejar un poco a cualquier listillo que le diera por ver la primera y decir "pero esto qué es?, yo paso de ir a verla por si acaso"...es decir, apartamos a cualquier ser que indague un poco por google.

Esta segunda parte comienza poco después de lo sucedido en la primera, con un Flynn conversando con su hijo para poco después desaparecer y enlazar con nuestros días, mientras viajamos a toda velocidad a lomos de una Ducatti conducida por su ya adolescente hijo.
El chaval, que ha heredado la chulería de su papi y que, como no, siente unas dudas tremendas por el paradero de su padre decide atender una extraña llamada que recibe uno de los pocos miembros leales que quedan  en la corporación que un día fue de su padre y de la que él todavía es "responsable" a pesar de pasar bastante del tema.
Conseguirá entrar en Tron pero esta vez los gráficos serán de xbox en lugar de Spectrum.

En esta cinta uno ya puede apuntar a matar si se quiere, ya que no innova en absolutamente nada salvo en un nuevo giro a los efectos especiales sobre un mundo ideado hace casi 30 años.
Ya no le ampara un proceso laborioso ni de valentía, es una continuación de una historia curiosa pero que no destaca ni de lejos como aquella vez en la que asistimos al "nacimiento" de Neo en el mundo real, justo a la inversa que en esta Tron, en la que un efecto cutrecillo introduce al muchacho en un mundo digital...todo sería un producto anodino si no fuera por una banda sonora cojonuda (pero mucho) de Daft Punk, por un Jeff Bridges que es un grande se mire por donde se mire y por los ojos de Olivia Wilde, simplemente espectaculares...y mira que en House no llega a...bueno, sí, sí que llega, es acojonante la mirada de esta chica.

Ejem

Venga va..otra y "prou"

Tron Legacy es un entretenimiento (con algún que otro altibajo en cuanto a ritmo) que resulta un remake encubierto de su primera parte (los juegos, el viaje hacia la puerta, el tirano....) y que lamentablemente me hubiera gustado ver en el cine para disfrutar los efectos especiales, que están muy bien, de los ojos de Olivia y de su banda sonora en pantalla grande. En cualquier caso pillaré la edición blu-ray que seguro luce muy bien.

Un saludo!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario