Fantástica.
No es una fantasía lo que vemos en esta película, es un telón que nos cae sobre nuestras cabezas mientras respiramos, comemos y nos movemos, un telón invisible pero que lo olemos, lo sentimos...
Consumimos una hamburguesa en un burguer y sabemos que está hecha básicamente de desperdicios de carne, compramos un fármaco y sabemos que antes han realizado pruebas sobre las vidas de miles de africanos como nos enseñó el jardinero fiel y su incordiante esposa, vemos drogas alrededor nuestro y recordamos traffic y sus coloridas escenas en dependencia del estatus o la situación.
El señor de la guerra nos muestra qué hay detrás de los millones de muertos que se suceden por culpa de la consagración del poder del hombre sobre el resto de seres del planeta, un poder que llegó a su nivel más peligroso con las armas de fuego, dando riendo suelta a la delirante imaginación del hombre como amo y señor de su tierra.
Pero irremediablemente, es un poder difícilmente controlable, quebranta la personalidad de quien se acerca a ellas, fomenta la locura y la irremediable necesidad de seguir "jugando" con ellas mientras los demás sucumben ante su fuerza, y lo peor de todo es que al protagonista se le da bien...como bien nos muestran al inicio de la cinta donde nos enseñan la vida de una bala, desde que se crea hasta que se dispara, una bala nace para dispararse y el protagonista nace para venderlas.
Lord of War nos cuenta la história de Yuri Orlov (Nicolas Cage), un ucraniano que emigra a EEUU con su família y harto de "no vivir" decide arriesgar y meterse en el mundo del tráfico de armas, al principio con la ayuda de su hermano, el cual debe dejar a un lado cuando cae en la drogadicción, y a continuación escalando posiciones, haciéndose con las armas que dejan los soldados yankis a su paso por la guerra y aprovechándose de las guerras que existen en el mundo.
Así pasamos la época en que acabó la guerra fría entre la ex-Unión Soviética y EEUU donde Yuri hace negocio comprando y vendiendo las armas que no se llegaron a utilizar y sigue prosperando hasta llegar a Sierra Leona en Africa, donde un déspota líder imparte su "ley del orden" a partir del propio Caos.
Yuri conseguirá poder social y dinero, además de a la mujer de sus sueños pero todo a cambio de mentir sobre su vida y de saber que en el fondo está siendo el cáncer de millones de personas.
En su carrera, será perseguido por agentes de la Interpool incansablemente, pero sus brillantes reacciones harán que Jack Valentine (Ethan Hawke) se dé de bruces cada vez que intenta inculparle de los cargos de tráfico de armas ilegales, hasta que por fin da con su talón de aquiles, su propia família...
La película es de esas que de vez en cuando te encuentras y das gracias por haber visto, me ha encantado.
Cage hace un papelón, no lo veía tan bien desde Leaving las Vegas, toda la película gira entorno a él y a su innata capacidad de comerciar con armas.
La fotografía es magnífica, variada y sin movimientos mareantes de cámara como últimamente parece que le da a todo director por hacer cuando la peli va de armas..
Los temas son versiones de canciones conocidas que se integran perfectamente en la história, la verdad, que viendo la película que es, tiene su mérito que consiga atraer tu atención en ocasiones.
Y volviendo al fondo de la película, nos enseña como la pólvora de las armas consume poco a poco a un ser humano y cómo acaba el ser humano por inyectársela él mismo en su cuerpo para ser parte de ella, y no sufrir por las acciones que realizan el uno y el otro.
Hay una escena para mí brutal, en la que esnifa coca con pólvora, esta escena es una pesadilla real, nos la muestra con un tono azulado y en ella suceden una serie de situaciones própias de un mal sueño, niños mutilados, palizas de mercenarios traidores, mal ejemplo a los niños, desenfreno y situaciones estúpidas a pesar de haberlas controlado durante toda tu vida...ni siquiera las hienas se le acercan en esta pesadilla, pesadilla real.
Andrew Niccol ya nos ha regalado un par de joyas, Gattaca y Lord of War, gracias.
Un saludo!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario