23 de diciembre de 2016

Westworld

La nueva producción de HBO pretende volver a dar otro golpe de autoridad en el panorama de las series, y cuando HBO se pone seria, ojito.


Basada en la historia ideada por Michael Crichton, creador de obras mundialmente conocidas como Parque Jurásico o la serie Urgencias y llevada en los años 70 al cine, Westworld nos sitúa en un parque temático ambientado en el Oeste donde los actores son en realidad androides y cuya programación está pensada para satisfacer las exigencias de los visitantes en función de la aventura que estos decidan seguir.

A priori la historia parece simple, la cosa se va a volver muy loca en cualquier momento, como pasó en el citado parque del bueno de Richard Attenborough, o como en cualquier otra obra donde el ser humano se empeña en jugar a ser Dios.

Dónde está el juego de Westworld entonces si todo esto no es que sea demasiado novedoso? Precisamente en eso, en jugar con el espectador a base de unas retorcidas líneas temporales, de ofrecer cierto sadismo y brutalidad que sacudan los cimientos de la moralidad, de profundizar en la complejidad de la inteligencia artificial y en definitiva de una aventura en ocasiones tan impredecible como el propio ser humano.

Una de las grandes virtudes de la serie es que durante los primeros episodios presenta una historia de cierto misterio, donde si llegamos relativamente vírgenes de opiniones y sin saber muy bien de qué va el tema las pequeñas sorpresas son continuas, el desconcierto va in crescendo y comenzamos a vislumbrar la potencia de ciertos personajes como el de Ed Harris o Anthony Hopkins (aquí no es Lecter, pero qué manera de comerse la pantalla cada vez que sale), dos pesos pesados de la interpretación.
Personalmente eso sí, debo decir que a pesar de gustarme más esa oscuridad que representa Ed Harris, su papel en ocasiones me ha parecido más de pose que creyéndose la historia que representa. Muy buen nivel en cualquier caso.

Durante los 10 episodios de esta primera temporada, nos zambulliremos de lleno en este viaje conde la historia va ganando enteros conforme avanza la trama y sus personajes ganan en profundidad escarbando en esa complejidad de la inteligencia artificial, hasta llegar a cierto desenlace algo predecible pero que deja un buen sabor de boca.
Los guionistas, en cualquier caso, tienen una tarea titánica para reinventarse y sorprender en lo que a priori parece una trama ya muy desflorada y que puede volverse rica en matices pero ya no sorprender, ojalá me equivoque y lo vuelvan a conseguir.

Sobre la factura técnica, pues HBO.
Cuidadísima, sin llegar a ciertos niveles de Juego de Tronos pero con detalles de altísima calidad así como una banda sonora compuesta por temas de Radiohead, Amy Winehouse o los Rolling, versionados en piano y que acompañan algunas escenas muy potentes.

Westworld ha sido renovada por una segunda temporada que se estrenará en 2018 y sirve de abanderada en la llegada de HBO España, una plataforma tipo Netflix que completa la oferta de vídeo bajo demanda mediante suscripción mensual.

Disponen de 1 mes gratis para aprovechar y ver esta interesante propuesta.



Un saludo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario