29 de junio de 2012

Still Loving You

Aunque la canción de Scorpions hace más referencia al Muro de Berlín, cuando estaba formando esta entrada me vino a la mente un lugar al que todavía hoy regreso cuando tengo mis momentos de reflexión (léase empanadas).


Todo lo anterior vivido en India se concentra como un enorme cañón hacia tu sien cuando atraviesas las puertas que dan a los jardines frontales del palacio más bonito que mis ojos han visto. Se concentra el calor, la suciedad, el templado suelo de mármol, las inscripciones que se pierden en las alturas, las incrustaciones, el color ahora púrpura ahora dorado por el atardecer...a todo ello se suma el sentirse lejos de casa, en un país tan extraño y por momentos tan alejado en el tiempo en el que vivimos.
Sientes alegría y experimentas una sensación de plenitud que probablemente nos marcó desde entonces.

Las orillas del Yamuna quedan a espaldas de la mole blanca, lanzando rayos de luz que impactan sobre los minaretes, mientras el Sol cae y no queda más remedio que sentarse y observar, pocas veces uno desea absorber tanto con los sentidos..así que Taj, I Still Loving You.


 

Still Loving You - Scorpions

25 de junio de 2012

Sherlock Holmes: Juego de Sombras

Guy Ritchie parece haber perdido un poco el norte tras interesantes productos como Snatch o RockanRolla con esta secuela de la exitosa primera parte Sherlock Holmes que acabó por devolver el interés general por el misterio y los personajes dotados de una clarividencia deductiva fuera de serie.

En esta ocasión Sherlock se enfrentará a su némesis particular, la mente criminal más grande de todos los tiempos con permiso de algunos políticos, Moriarty.
En mitad de unos atentados y con la sombra de la guerra sobre Europa, tendrá que descifrar la trama de su enemigo.


Veamos, la cinta está enfocada para que el espectador vaya siendo mareado como una perdiz mientras las dos mentes juegan su particular partida de ajedrez, siendo conscientes de esto pues uno simplemente acepta el juego y se deja llevar.

Pero para disfrutar de ese juego uno se tiene que tragar dos horas en ocasiones bastante soporíferas, adornado en exceso por escenas en slow motion que son vistosas pero que si hay que valorarlas dentro del producto que es resultan cansinas por momentos y hasta innecesarias.

En la primera parte, la novedad y el puntillo de esa lógica deductiva para anticiparse a los movimientos de los demás podía tener su qué, repetir la fórmula ya no sólo una vez sino varias puede provocar que si no tengas el día magnánimo acabes por mandar a la mierda al director o recordar demasiado a Uwe Boll o Bay.
Y es que las escenas mecánicas, donde corretear de un lado para otro y donde la sensación de que los personajes son meras jarras vacías que deambulan por la pantalla sin nada más que hacer que como vínculo emocional para que el bueno de Downey Jr. no sea igual que su némesis pues puede acabar por redondear lo justita que es esta segunda parte.
La "química" entre Watson y Holmes que en su primera parte podía funcionar (a pesar de que a mí no me provocó excesiva complicidad) aquí es casi inexistente.


Lo único destacable quedaría en los "duelos" entre Holmes y Moriarty, si no fuera porque el engaño se hace mucho más patente en su final, donde descubrimos la patraña de guión que nos temíamos una vez descubierto cierto pastel terrorista y que, aunque es normal que en este tipo de pelis pues todo conforme una telaraña que debe encajar, la sensación que queda es de vacío a pesar de su "rigor" literario en cuanto al desenlace.

Poco más que añadir, tan sólo que si le subimos los saturados a la fotografía se podría incluso acercar al tan criticado Michael Bay en sus escenas más videocliperas y que tanto la serie de Sherlock de la BBC como aquella maravilla en forma de 26 episodios animados de Miyazaki/Mikuriya resultan infinitamente mejores.


Un saludo!





22 de junio de 2012

La Cruz del Sur

Hacía mucho tiempo que no visitaba las tierras del sur. Concretamente mi última visita de carácter no profesional fue allá por 1995, cuando estaba enfrascado en los placeres de la pobreza y el espíritu del vino.
Dejé atrás por entonces una Huelva con aromas a eucaliptos, con ese calor asfixiante que hizo que mi "primera vez" por esos lares allá por 1992 fuese todo un gatillazo y me propulsara hacia el interior de aquél tanque llamado Opel Omega y su aire acondicionado, no me costó demasiado adaptarme en cualquier caso.

Pasó el tiempo y no volví a pisar tierras andaluzas, a pesar de la insistencia de la que hoy es mi señora, su tenacidad por visitar sus orígenes después de arrastrar a la pobre a lugares tan lejanos me acorralaba hasta el punto de hacerme sentir culpable por no trazar una ruta hacia esas tierras.


Así que decidimos finalmente dibujar una línea imaginaria trazada sobre la vieja península tan llena de cicatrices hoy en día y agonizante, parece que el mundo sea controlado por la versión seria del doctor Maligno.
Esa línea nos llevaría a Granada para tomar rumbo hacia el corazón de la sierra subbética, hacia una pequeña joya del barroco cordobés llamada Priego, lugar de origen del clan de mi señora, a escasos 90 minutos de la capital granadina en bus.

Y así fue. Un lluvioso sábado pisamos de nuevo tierras sureñas, con más frío que mi última vez y después de pasar una entretenida travesía nocturna en tren con esos variopintos personajes que el destino pone en tu camino y que te muestran un poco más de la manera de evolucionar de la gente que te rodea, distintos perfiles, distintas historias, distintos tiempos...mismos ronquidos.

El trayecto desde Granada a Priego fue tranquilo y cálido, entre otras cosas por la sensación de estar penetrando en un lugar añejo, oculto en la memoria y rodeado de olores a aceite puro y suave, una delicia en forma de olivos que se extendían hasta donde alcanzaba la vista, entre sierras, acantilados, nubes, lluvia y rayos de sol atravesando violentamente cúmulos por momentos. Todo un viaje introductorio como si de una transicion dantesca entre purgatorio y cielo o infierno se tratara.


La primera visión del lugar se nos presentó al volver una de las curvas que bailaban entre montañas y precipicios, algunos incluso me recordaban vagamente a aquél marciano lugar llamado Yangshuo que tuvimos el privilegio de visitar años atrás, claro que aquí se cultiva oro líquido y allí arroz.
El famoso balcón del Adarve nos saludaba desde las alturas, con sus negras barandillas sobre unas radiantes casas blancas encaladas, faroles y plantas adornaban el conjunto, el lugar ofrecía respeto.

Expulsados en una plaza cualquiera caminamos por lo que era una de las arterias principales hasta llegar a la zona del casco antiguo, atravesando algunas calles que ofrecían desde sus portales alguna visión de patio andaluz en sus entrañas, con esos arcos, colorido floral y pedrería fina.
Saciamos el hambre a base de productos típicos y cerveza fría en una taberna que encontramos de camino y ya pudimos hacernos una idea de qué cantidades podíamos soportar a la hora de pedir alimentos.

Atravesamos un mercadillo medieval que había sido levantado para el puente de mayo y que ofrecía algunos productos típicos de la zona, orfebrería, artesanales y espectáculos de fuego nocturno. Pasearíamos tranquilamente por la noche, iluminado el recinto por el castillo, una fortificación que se elevaba a nuestra izquierda y que flanqueaba la plaza con sus fuentes y jardines. Al norte una iglesia blanca inmaculada ofrecía por las noches una luz dorada en su conjunto de campanarios como si una visión lejana de Jaisalmer regresara a nuestras consciencias.


Mientras buscábamos nuestro alojamiento nos perdimos por su casco antiguo, calles estrechas en las que balconcitos saturados de plantas acarician al transeúnte que se desliza por esas calles adoquinadas, blancas, silenciosas y tranquilas. Alguna callejuela ofrecía vistas al balcón del Adarve, en el que se podía ver la sierra infinita y el conjunto de nubes al fondo, atraídos por su belleza nos desviamos y aparecimos en uno de esos sitios agradecidos con el viajero, un regalo para la vista y los sentidos, ya que mires donde mires das gracias por estar en un lugar así. Por la noche la zona se iluminaba con solitarias farolas y unos focos que, precipicio abajo, lamían las murallas para embellecer el conjunto en esas oscuras horas.


"La posada" cumplió su cometido de sobras, la exquisitez del trato junto a una casa típica andaluza adaptada como alojamiento rural terminó por realizar la simbiosis entre lo que uno buscaba, descanso y zambullirse en el ambiente. Casa Baños de la Villa, el precio puede ser algo elevado, pero el lugar lo merece. Para relajarse después de las caminatas, la luz tenue con el juego de candiles y los baños aromáticos árabes resultan simplemente cojonudos.

Paseos tranquilos rodeados a veces de bruma, a veces de lluvia y de sol radiante cuando se le permitía lucir allá en las alturas. Visitas a algunos museos donde se conservaban las casas como ahora hace más de 100 años, historia viva, buenos manjares y caldos.


El tiempo parecía dejar de correr por momentos, el caminar sin pensar en nada más que en los sentidos y alejado del griterío en el que vivimos  resultó un bálsamo más purificante que el esperado los dos días que siguieron.

Antes de regresar, aprovechamos para pasar algunas horas en la capital granadina, sin posibilidad de acceder a la Alhambra puesto que las entradas se agotaron hace tiempo ya, no era un objetivo del viaje en cualquier caso. Nos dejamos caer por entre sus calles por algún curioso lugar como el muy recomendado Borsalino, un lugar de trato familiar en el que yo creo que de quedarnos más tiempo nos hubiera dado las llaves de su coche o la zona de Albaicín con sus estrechas callejuelas, tiendas y ambiente arabesco...

Dejamos atrás Granada, unas nubes anunciaban tormenta y la sierra comenzó a quedar oculta tras la negrura, era hora de regresar a casa.


Camins - Sopa de Cabra


18 de junio de 2012

Mientras Duermes

Luis Tosar se pone en manos de Jaume Balagueró para contarnos la historia de César, un conserje que trabaja en un vecindario de Barcelona (suponemos por sus anteriores curros) y que tiene un "pequeño" problema, no soporta ver feliz a la gente.

Cojonuda. Sencillamente me ha parecido prácticamente redonda, un thriller que tiene un guión bastante sólido, unos protagonistas en estado de gracia y unos momentos de tensión simplemente que te mantienen enganchado al sofá durante su hora y media larga que dura el film.


Tosar consigue de nuevo un registro impecable, llevando sin duda el peso de la cinta y comiéndose la pantalla con un papel sin artificios, sin recursos facilones y con una soltura y naturalidad tremenda.

Su papel, el de un enfermo que simplemente no puede ver a la gente feliz y que meticulosamente aplica pequeñas acciones que hacen que brote el sufrimiento en quien lo rodea.
Algunas veces detalles insignificantes que dejan poso día a día hasta dejar la taza negra como el carbón y en otras ocasiones verdaderos putadones, lo que hacen que, a pesar de su naturaleza malsana, el espectador simplemente lo flipe, ese punto canalla que hace que el espectador disfrute con su mal hacer, una dualidad fantásticamente integrada que nos hará pensar "menudo hijo de puta", a lo que el protagonista parece contestar asintiendo, enfrentándose en una batalla interna.


El conjunto de vecinos crea cierto universo al que incluso le pediríamos más metraje para introducir algún caso más, pero quizás sería abusar de la fórmula, en su lugar tenemos algunas escenas "familiares" del prota muy acertadas, en un crescendo dramático muy bien dosificado y ciertas relaciones e historias que ayudan a formar un conjunto que en su final, simplemente resulta redondo.

Todo un sorpresón esta Mientras Duermes, y una muestra más de que Balagueró sabe hacer bien las cosas.

Un saludo!

15 de junio de 2012

EOS Tres Cincuenta D

La muy jodida llegó rozando el palo justo antes de largarnos de viaje, no las tenía todas conmigo, pero a pesar de que en Hong Kong sufrían tornados y no sé qué histórias (verídico, salía por televisión recuerdo) llegó a tiempo procedente del continente asiático, aquél bicho con objetivo 18-55mm y que supuso un salto enorme, yo que siempre había tirado de digitales compactas (de 1 megapíxel) y de carrete tradicional me abrió un abanico de posibilidades abrumador.
Evidentemente, no sabía ni por donde empezar, pero tenía claro que no era un juguete de usar y tirar, desde entonces se ha mantenido cual Huargo de Stark a mi lado y he destripado hasta el último rincón de sus cinco pestañitas de opciones.

Pasamos inundaciones, desiertos, ríos, mega-urbes (y no tan mega), mares, montañas, nieve y ahí estaba la jodía, siempre al pie del cañón y su sssss-clac! al enchufarle los objetivos que iba adquiriendo.

No tengo más que buenas palabras para una máquina fiable al 100%, dura y que junto a la lente correcta puede dar mucho, mucho (pero mucho) más de sí que lo que yo he conseguido sacarle.

Pero inevitablemente llegó la hora de dar un pasito más y renovar, así que mi compañera de batallas pasa a manos de mi señora, que aprenderá los caminos de la fuerza :), está en buenas manos....


El mar, el cielo y tú. - Agustín Lara, adaptado por Enrique Bunbury en Licenciado Cantinas.

11 de junio de 2012

Margin Call

Tomando como punto de partida el despido de un buen porcentaje de empleados de una compañía a la que no se nombra en todo el film pero que perfectamente podría ser del tipo  Lehman Brothers, J.C. Chandor se marca todo un thriller en un marco totalmente real y que pretende dar a entender cómo comenzó toda esta crisis que nos sacude hoy en día.

Con un elenco de actores envidiable y que suponen todo un pilar para que la cinta funcione, Margin Call nos pone en la piel de un Zachary Quinto que descubre un problema financiero a través del trabajo de un dinosaurio del control de riesgos, que es despedido al inicio del film como clara muestra de la locura y las decisiones que se toman en las corporaciones hoy en día un tanto incomprensibles.

A partir de este punto entrarán en escena la escalera de jefes en vertical, pasando por un Kevin Spacy en su línea, solvente como siempre, el "mentalista" Simon Baker y llegando al "Jefe Maestro" en la piel de Jeremy Irons, que refleja perfectamente un tipo consumido por "su mundo".


Leí un comentario que decía que esta Margin Call llega donde los documentales no pueden, no puedo estar más de acuerdo, sin embargo para que la cinta funcione se le ha de dar el ritmo que un documental no puede permitirse, cuidando que el resultado no quede poco convincente, pero el descubrir como funcionan estas mega empresas por dentro ya resulta lo suficientemente interesante y, por fortuna, su duración es perfecta para no resultar una de esas interminables cintas en exceso alargadas.

Otro punto a su favor es que a pesar de la jerga económica, de la que estamos todos muy al día lamentablemente con la que está cayendo, es totalmente entendible entre otras cosas porque utiliza algún recurso facilón del tipo que el jefazo máximo necesita que le expliquen las cosas como si tuviera 15 años...algo que cuesta un poco de creer (aunque nunca se sabe...) pero que junto con una explicación del tipo "yo estoy aquí para que la música suene" , resulta muy agradecida para el espectador.

Estos recursos sirven en otras escenas para profundizar un poco en sus personajes, conocer algún pequeño drama personal y, de vez en cuando, para soltar un discurso cojonudo como el que se marca Paul Bettany.

Destacar también unas escenas nocturnas de Nueva York fantásticas y unos planos bastante agradecidos para el espectador, con esos efectos "bokeh" con las luces de la ciudad de fondo....juega con ventaja con esa localidad, pero no le restan calidad.

Una agradable sorpresa esta cinta, que además nos regala alguna diserción sobre el consumismo, la moralidad...más completa de lo que parece.

Un saludo!

8 de junio de 2012

18-8-12



Desde muy pequeños somos bombardeados con sus imágenes...
Reconocemos a esa gente que camina de un lado para otro de forma frenética...
Siempre con algo que hacer, con algo que demostrar....con sueños que cumplir......
Hemos visto como ataca y como es atacada.
La hemos visto en el cine en infinidad de ocasiones en su forma más real o como inspiración para batallas inimaginables...

Este verano pisaré esas calles y caminaré entre sus gentes.

4 de junio de 2012

John Carter

Cojonuda.

De la mente de Edgar Rice Burroughts, creador de Tarzán, surgió allá por 1911 una serie de capítulos cortos que más tarde se recopilarían en la novela titulada "Una princesa de Marte" en la que se contaban las aventuras de John Carter.

Andrew Staton trasladó finalmente al cine la historia de Carter en 2012, un tipo que un buen día resulta trasladado a Marte, descubriendo que gracias a la falta de gravedad se convertía en lo más parecido a "la Masa" en versión marciana.

Había leído unas cuantas opiniones sobre la cinta, y como la mayoría no eran muy esperanzadoras pues la dejé apartada como futurible. Craso error.
Aunque por otro lado, viendo las últimas bazofias en forma de pseudo-aventuras que nos escupen a la cara desde Hollywood (mayoritariamente vienen de ahí este tipo de pelis), pues no era de extrañar que esta fuera muy distinta...pero no, Carter es en mi opinión un excelente producto palomitero y de no ser por los tiempos tan modernos que corren en los que todo ya está muy visto, me arriesgaría a decir que se podría convertir en todo un top de aventuras.


El inicio es sobervio, una factura cuidada y un ritmo que poco a poco te atrapa en la historia (por Dios, he leído comparaciones con Cowboys & Aliens....madre mía, NADA que ver) mezcla de misterio, aventura e incluso algún golpe de humor bien introducido. De un porrazo nos traslada a Marte y comienza el espectáculo de decorados, razas, situaciones límite y una historia que aunque sea sencilla y no diste demasiado de muchas otras vistas en el celuloide (pero...quién copió a quién?), consigue mantener el ritmo y entretener, por momentos entretener mucho.

Carter es una suerte de Willis en mitad de un planeta en guerra, con sus reglas y detalles que siempre hacen interesante estas historias de aventuras cifi, y funciona a la perfección con la chica y con los distintos personajes que se cruza, ofreciendo al espectador amistad, coraje, bravuconería, amor, miedo, sin olvidar momentos para el cachondeo y sobre todo divertir. Este es el punto fuerte, una atmósfera que te atrapa y que consigue conectar con el espectador para trasladarlo a ese mundo marciano. Los FX están muy cuidados y no me han chirriado en absoluto en ningún momento, gran nivel, claro que viniendo de Pixar...


Tampoco está exenta de fallos, sobre su mitad decae un poco el ritmo, pero es sólo un espejismo, nada que no se arregle con una escena frenética a continuación y, mención especial, cierta toma intercalando flashbacks del pasado de Carter con una batalla brutal me ha parecido cojonuda, simplemente épica.
Algún diálogo puede parecer también más extenso de lo que debiera, pero sacrificar algún minuto de acción para fortalecer la relación entre alguno de sus personajes creo que consigue que su final (muy acertado por cierto) gane todavía más fuerza, con lo que el recurso en lugar de parecer una pérdida de tiempo redondea más el producto.

También he leído que el baile de nombres puede provocar confusión, personalmente no me lo ha parecido, simplemente porque no tienen mayor importancia y porque están muy bien definidas las distintas razas y deidades, creo que detenerse demasiado en entender dicha mitología puede desenfocar la visión general y la idea principal del film, que no es otra que la de divertir, sin dolores de cabeza.
Puede que no tenga la simbiosis atmosférica de Star Wars, en el que sentimos como si ese universo fuera familiar (igual las 100 veces que hemos visto la cinta ayude), pero apostaría que en futuras revisiones el universo Carter gane en matices y pierda en esa presunta "complejidad".

En resumen, John Carter me ha encantado, me ha devuelto a esos tiempos de emoción con héroes, princesas y villanos, con algún toque incluso oscuro muy ligero...me da mucha pena no haberla visto en el cine y haber contribuido a que su recaudación tuviera más peso para "soñar" con la continuación de la historia, ya que ésta es sólo el principio de la misma.

Un saludo!