Fern se queda sin recursos económicos tras cerrar la empresa en la que tanto ella como su marido, recientemente fallecido, trabajaban. En un solitario poblado de Nevada en Estados Unidos rodeado de bastas llanuras.
Tras estos sucesos decide adquirir una furgoneta y convertirse en nómada, trasladándose por el país y subsistiendo a base de empleos temporales.
Antes de embarcarse en una historia así, queda claro que el viaje va a ser muy personal, probablemente bajo el amparo de la soledad y en la que no podemos esperar ciertos elementos digamos "comerciales" en aras de entretener al personal mediante dramas vitaminados, macguffins o giros inesperados.
Nomadland es un retrato íntimo de una persona que siente que lo ha perdido todo y su única salida pasa por salir de ese lugar, buscar luz, hablar con personas, encontrar historias e intentar volver a conectar consigo misma.
Y no necesariamente en este orden.
Así McDormand nos regala una interpretación muy muy personal, en la que nos muestra una persona que puede leerse desde varios puntos de vista;
Unos la verán como una luchadora, otros una cobarde, otros con problemas psicológicos, otros con fortaleza mental, otros una persona libre y otros sumida en la pobreza...
No existe una única visión, pero lo que está claro es que es un viaje que ella necesita y que oxigena su vida, y al espectador le regala unos pasajes en los que sentimos alegría, pena, amistad, soledad...todo bajo una fotografía muy respetuosa con el film pero con unas "inevitables" escenas crepusculares terriblemente bellas y una banda sonora con aire de melancolía.
Un saludo.